Ya que el "cambio
de estación" estaba anunciado para el Domingo, decidimos
aprovechar el ultimo día de verano yendo a Arbizu, al recorrido en
el que tuvo lugar la carrera de enduro de este año.
A las 7 de la mañana
Toberal y yo íbamos a buscar a Rastre. Salimos bastante puntuales y
a las 8:20 ya estábamos encima de la bici dirección a los preciosos
hayedos y robledales de las faldas de Aralar.
La mañana era
fresca y no nos quitamos la camiseta larga en toda la primera subida.
Estos parajes Navarros no dejan de sorprenderme, y la verdad que son
recomendables para un paseo en cualquier época de año. Me recuerda
lo difícil que lo tenemos para encontrar en las cercanías de
Bergara unos bosques tan antiguos y auténticos como estos, menos mal
que estos no están lejos y de vez en cuando podemos venir a
visitarlos, espero que perduren durante mucho tiempo.
Fuimos disfrutando
de las vistas que nos ofrece el bosque toda la subida. Una vez
arriba, ponernos las protecciones y a disfrutar de la bajada, un poco
tapada por las hojas que ya empiezan a caer de los arboles, y el
terreno, puede decirse que incluso demasiado seco, pero nunca se le
pueden poner pegas a estos senderos revirados que nos hacen disfrutar
tanto. Vamos calentando, cogiéndole el tacto al terreno, y yo en
concreto a la nueva "Nuke", nueva compañera de aventuras
que espero me acompañe por mucho tiempo. Cogemos cada curva
intentando disfrutar el máximo de ella, y dejamos a un lado todos
los saltos que se nos quedan demasiado grandes, atacando solo esos
pequeños, que para nosotros es suficiente, nos conformamos con
levantar las dos ruedas unos pocos centímetros.
Para cuando nos
damos cuenta ya estamos abajo, se hace corta pero cada metro de
desnivel esta bien aprovechado. Comentamos las sensaciones de cada
uno mientras nos quitamos las protecciones y la capa de abrigo,
porque ahora toca la subida larga.
Salimos a la
carretera solo durante unos cuantos metros y enseguida cogemos un
cruce a la derecha para empezar la subida por una pista. Según vamos
ganando altura van mejorando el terreno y las vistas. El camino cada
vez es mas estrecho y hay tramos técnicos muy exigentes que nos
hacen esforzarnos a tope para intentar no poner el pie en el suelo.
Rastre casi lo consigue pero algunos tramos requieren conocer la
mejor trazada y no admiten ningún fallo, puede que la próxima vez.
A Toberal y a mi nos cuesta un “poco” mas pero poco a poco y con
una sonrisa en la cara, todos vamos ganando altura y la subida se va
terminando sin darnos cuenta.
En la cima, cerca de
un collado en las faldas del Putxerri, toca recuperar energías.
Frutos secos, cereales... y nos quedamos con las ganas de un pintxo y
un refresco, porque para esta hora ya se ha templado el día (o por
lo menos ya nos hemos calentado nosotros). Después de la foto de
rigor y con las protecciones puestas otra vez, emprendemos la segunda
bajada del día, esta ya es mas larga y mas rápida, con algún
pequeño repecho que hace que pedaleemos con alegría por un sendero
natural que nos habría gustado continuar durante horas, pero como
casi siempre, se acaba en cuanto perdemos el desnivel que habíamos
ganado.
Subimos otra vez por
la primera subida, hasta el mismo punto, pero esta vez para atacar
otra bajada natural, muy revirada, pasando muy cerca de los arboles,
con zonas contra peraltadas y algún corte para darnos un chute de
adrenalina. Legamos abajo enchufados y solo queremos mas y mas.
Toca la ultima
subida, que nuevamente la hacemos por el mismo sitio que la primera.
Una vez arriba, nos toca la ultima bajada, que esta muy bien
preparada con peraltes y pequeños saltos, un trabajo digno de un
bikepark. Empezamos la bajada tumbándonos todo lo que podemos en los
peraltes, aprovechando la inercia que nos dan y pasándonos de largo
en alguna frenada... disfrutando como niños. Que festival de
curvas!!! un sitio perfecto para aprender a manejar la bici y cogerle
la mano a la nueva montura. Hacemos una pequeña paradita para
reagrupar y observar un pedazo de roble que parece milenario, y sin
quedarnos fríos, otra vez para abajo. En cuanto nos damos cuenta
estamos abajo, sonrientes y emocionados, con ganas de repetir todas
las bajadas, pero ya habrá otros días en los que repitamos
aventura, porque cada vez que vengo tengo mas ganas de volver a como
dice la parienta “a mis pastos”.
Un gran día, con
muy buena compañía. Aunque se que muchos se quedaron con ganas de
venir a acompañarnos y me habría encantado compartir la aventura
con ellos, pero eche en falta a uno en especial, con el que segurísimo
que volveré cuando este recuperado.
AUPA ZIGOR!!! CADA
VEZ QUEDA MENOS!!!
ona Moli!!!
ResponderEliminarplazer bat da zure kronikak irakurtzia,eta nola ez zure bonbardeotan parte hartzia,naiz eta hontara ezin juan izan...hurrenguan fijo!!!
AUPA ZIGOR!!!!!
turbi
Aupa Turbi!!
EliminarGirua pixkat lasaitzen danian hasi biharko gaz zeoze prestatzen hurrengo bonbardeorako.
Oso ona Moli, betiko moduan. Jubilatu baino lehenau, leku horretara juteko esperantziakin najak. Danok jun eskero tope tope izango zuan.
EliminarIñaki
Aupa Iñaki,
EliminarZaila izango da danok jutia, bat ez bada beste batek eukitzen dabelako konpromezua, baña egualdi ona itxen dabenian abixau ta planeaukou bisita bat ahal dogun danokin.